La escuela constituye uno de los espacios de socialización más importantes y de mayor influencia para el desarrollo de una persona.
Es fundamental que estos espacios se nutran de los ideales de igualdad, se impregnen de la mejor tradición coeducativa y se conviertan en espacios libres de discriminación, desigualdad y violencia contra las mujeres y las niñas.
Para ello es necesario que toda la Comunidad educativa asuma estos principios, se responsabilice y comprometa con ellos, y los promulgue en su ámbito de actuación.
La coeducación es la herramienta más eficaz, transformador y revolucionario para fomentar la promoción de la igualdad entre mujeres y hombres, y la prevención de las desigualdades, discriminaciones y violencias contra las mujeres y las niñas.
Ésta no debe responder a la libre voluntariedad del profesorado, sino que de ser la piedra angular sobre la que pivote el sistema educativo, desde las primeras edades de escolarización, a fin de desaprender el sexismo que llevamos impregnado en nuestra piel y construir un paradigma igualitario que nos permita mirar al horizonte con esperanza. En las Naciones nos proponemos trabajar así.